Investigadores de hospitales y centros de investigación de todo el mundo han descubierto una nueva enfermedad rara del neurodesarrollo. La causa de esta enfermedad es un defecto en el gen ESAM, que se manifiesta en alteraciones la barrera hematoencefálica. Los afectados sufren un retraso global profundo del desarrollo/discapacidad intelectual no especificada, epilepsia, ausencia o retraso grave del habla, diversos grados de espasticidad, ventriculomegalia y hemorragia intracraneal/calcificaciones cerebrales.
Los trastornos del neurodesarrollo
Los trastornos del neurodesarrollo (TND) son un amplio grupo de discapacidades que implican alteraciones del cerebro y del desarrollo neurocognitivo y afectan a más del 3% de los niños de todo el mundo. Estos trastornos incluyen una o más de las siguientes características: discapacidad intelectual/retraso del desarrollo, autismo, déficit de atención con hiperactividad, epilepsia, parálisis cerebral y alteraciones del lenguaje.
Los trastornos del neurodesarrollo se caracterizan por la incapacidad de alcanzar las metas del desarrollo cognitivo, emocional y motor.
Actualmente, se estima que más del 30% de estas enfermedades tienen una base genética y, especialmente en las últimas décadas, se han identificado más de 1.500 genes asociados a ellas.
El gen ESAM codifica una proteína esencial para la integridad de la barrera hematoencefálica
Recientemente, se ha publicado el artículo de un estudio en el cual han participado dos de los socios fundadores de Genosalut. Dicho estudio ha descubierto un gen que no había sido asociado previamente a enfermedad rara en humanos, el gen ESAM.
Se trata de un estudio realizado en trece individuos, incluidos cuatro fetos, de ocho familias no emparentadas, en el cual han participado hospitales y centros de investigación de todo el mundo (Italia, EEUU, Israel, España, Francia, Suiza, Turquía, Kuwait, Reino Unido, Canadá).
Los individuos se caracterizaban por un retraso global profundo del desarrollo/discapacidad intelectual no especificada, epilepsia, ausencia o retraso grave del habla, diversos grados de espasticidad, ventriculomegalia y hemorragia intracraneal/calcificaciones cerebrales (este último rasgo también observado en los fetos).
El gen ESAM (Endothelial Cell Adhesion Molecule, por sus siglas en inglés) codifica una proteína encargada de la unión entre células, perteneciente a la familia de receptores de inmunoglobulinas. Esta unión entre células es de vital importancia en aquellas que forman parte de la barrera hematoencefálica, la estructura central de la unidad neurovascular (UNV), que desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la homeostasis del sistema nervioso central.
La unidad neurovascular (UNV) es un sistema multicelular altamente organizado localizado en el cerebro, formado por células neuronales, gliales (astrocitos, oligodendrocitos y microglía) y vasculares (células endoteliales y pericitos). La barrera hematoencefálica es un componente de la UNV.
Los rasgos que han observado los autores del artículo en individuos con variantes ESAM bialélicas se parecen a los de otras afecciones conocidas caracterizadas por disfunción endotelial debida a la mutación de genes que codifican moléculas de las uniones estrechas (tight junctions), en concreto en los genes JAM2, JAM3 y OCLN. A raíz de la importancia que parece tener la adhesión celular en la unidad neurovascular, proponen renombrar este grupo de enfermedades como «tightjunctionopathies» (patologías de las uniones estrechas, tight junctions).
La identificación de las posibles causas genéticas de los trastornos del neurodesarrollo es vital para comprender los mecanismos moleculares responsables de la aparición de estos trastornos y para delinear una correlación genotipo-fenotipo que pueda ayudar a controlar la evolución del trastorno y a prever futuras complicaciones.
Exoma y genoma: herramientas clave en la determinación de la causa de los trastornos del neurodesarrollo
Este estudio vuelve a remarcar la importancia del uso de las tecnologías de secuenciación de nueva generación (NGS), secuenciación del exoma (WES) o secuenciación del genoma (WGS), como primeras pruebas diagnósticas en los trastornos del neurodesarrollo. Las tasas de éxito diagnóstico se sitúan actualmente en torno al 30% a 40%, y en caso ideal debe incluir el análisis de los progenitores (exoma-trío o genoma-trío).
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